ESPIRITUALIDAD

La Fundadora ya vivía una profunda devoción a Jesús Sacramentado y por eso invitaba a sus Catequistas a ser sagrarios vivientes de Dios donde se encierra la vida Trinitaria, “haciendo de la eucaristía la vida y sus vidas y todas aquellas personas a quienes alcanzara su labor apostólica”.

Y desde un profundo amor filial a la Virgen María, imitándola en sus virtudes y tomándola como modelo para nuestra vida.

CARISMA

Ella quiso recoger el mandato de Jesús “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a todos los hombres”. Y así fue como vivió e invitó a sus compañeras a desarrollar el carisma de la catequesis en todas sus formas, especialmente entre los niños, porque ellos serían el futuro de la sociedad, y con especial dedicación a los más pobres. Procurando llevar la formación cristiana a la infancia, juventud y adultos; y en todos los ambientes: familiares, profesionales y sociales, inyectando en la actividad diaria de la comunidad humana el significado profundo del Evangelio.