1. ¿Quiénes son las Catequistas de la Virgen del Pino? 

Somos seglares que vivimos las realidades de cada día: familia, profesión, trabajo, voluntariado,… desde una especial consagración a Dios y se expresa testimoniando la fe allí donde cada una vive. 

  1. ¿Quién fue su fundadora? 

Su fundadora fue Carmen González Roca (1906-1976), una mujer educada en el seno de una familia profundamente cristiana, con intensa vida de oración y comprometida con la causa de los más necesitados.

Una mujer inquieta y deseosa de hacer la voluntad de Dios, que perteneciendo a una familia acomodada en Las Palmas de Gran Canaria, vivió con suma austeridad y sencillez. Una mujer que desde esa actitud cristiana de búsqueda, escucha la voz de Dios para iniciar una nueva forma de vida consagrada bajo el impulso del Espíritu Santo.

  1. ¿Por qué un Instituto Secular?

Porque surge precisamente a partir de la experiencia de un pequeño grupo de mujeres que junto a la señorita Carmen como la llamaban, escuchan la llamada del Señor a entregarle sus vidas totalmente, pero sin dejar de estar presentes en las realidades cotidianas, viviendo a modo de levadura el Evangelio y dando testimonio de la fe que vivían, haciendo presente así el amor de Dios a los hombres.

Porque los Institutos Seculares son una nueva forma de vida consagrada que se iba abriendo camino en la vida de la Iglesia a comienzos del s. XX, aunque antes ya hubo otros intentos de vivir la consagración en medio del mundo. Va a ser Pío XII en 1947 con la promulgación de la “Provida Mater Ecclesia” quien  reconocerá y aprobará en el seno de la Iglesia, esta nueva forma de vida consagrada, para que todas estas experiencias y grupos de vida consagrada en la secularidad, pudieran sentirse amparadas y animadas.

  1. ¿Cuándo surge el Instituto?

Surge a partir de la experiencia de vida y de oración de Carmen. Mujer, seglar, consagrada a Dios y dedicada por entero al apostolado. Aunque antes ya estaban realizando apostolado es a partir del 8 de diciembre de 1951, cuando hablamos de la fundación del Instituto.

  1. ¿Cuándo fue aprobado como Instituto Secular? 

El 11 de febrero de 1966 fue aprobado como Instituto de Derecho Diocesano por el obispo D. Antonio Pildain y Zapiain, con el nombre de Catequistas de la Virgen del Pino.

  1. ¿Los miembros del Instituto hacen votos?

Las Catequistas de la Virgen del Pino somos seglares que vivimos los Consejos evangélicos mediante votos públicos, con el único deseo de seguir más de cerca a Jesús, comprometiéndonos a vivir la pobreza evangélica, la obediencia responsable y la castidad solícita en favor de nuestros hermanos.

  1. ¿Cuál es el carisma del Instituto?

Intentamos traducir el deseo expreso de la Fundadora cuando decía: “Dar a conocer a Cristo como mi único ideal” y “Que todos te conozcan y te amen”, traduciendo aquel mandato de Jesús antes de la Ascensión: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”.

Por eso el carisma genérico del Instituto es ser testimonio del amor de Dios-Padre entre los hombres y mujeres de nuestro tiempo, es ser presencia de Jesucristo en medio de las realidades y estructuras sociales, políticas, económicas y culturales de nuestro mundo, con el entusiasmo y la fortaleza del Espíritu.

Y el carisma específico es la catequesis en todas sus formas: formación de catequistas, catequesis al servicio de la iniciación cristiana, catequesis por edades: adultos, jóvenes y niños, catequesis al servicio de la educación permanente de la fe y catequesis ocasionales. 

  1. ¿Quiénes forman parte del Instituto?

Hay dos formas de pertenecer a este Instituto: consagradas y colaboradores.

Consagradas: mujeres que vivimos en medio de las realidades familiares, sociales y profesionales, ratificando la SECULARIDAD como vocación específica y desde una CONSAGRACIÓN especial de Dios, que nos ayuda para vivir la propia vocación con gozo y alegría al servicio de los demás.

Colaboradores: son también miembros del Instituto, hombres y mujeres (casad@s, viud@s o solter@s), que viven una vida evangélica, conscientes de su vocación apostólica en medio del mundo y que están en comunión permanente con la vida y apostolado del Instituto.

  1. ¿Cómo viven sus miembros?

Las consagradas desde el discernimiento comunitario, eligen la forma de vida que responda mejor a la voluntad de Dios y a las necesidades del Instituto, teniendo en cuenta las tres formas de vida que nos permite el Derecho Canónico y los Estatutos.

  • En grupos de vida fraterna, compartiendo la fe, la vida, el trabajo y las tareas apostólicas con otras Catequistas.
  • En familia, con nuestros padres, hermanos,…
  • Viviendo solas en nuestras casas.

L@s colaboradores viven con sus familias y en las circunstancias sociales en las que están, apoyando con la oración y desarrollando el carisma del Instituto. 

  1. ¿Cuál es la espiritualidad del Instituto?

Nuestro “ser” y “quehacer” en la vida cotidiana intentamos que sea desde una profunda espiritualidad Eucarística y Mariana vivida ya por la Fundadora.

La unión íntima con Jesucristo en la Eucaristía nos impulsa a vivir nuestra vida como ofrenda agradable a Dios, unidas en el sacrificio de Cristo que se parte y reparte, desde el servicio en el amor a los demás. Como fruto de esta espiritualidad, en la vida del Instituto ocupa un lugar especial también la preocupación y oración por las vocaciones, los sacerdotes y los seminaristas.

La devoción a María la vivimos como búsqueda y aceptación de la voluntad de Dios. Ella nos anima a consagrar nuestra vida enteramente a Dios y a su Reino, y nos anima a dar a conocer a Jesucristo a todos y a hacer lo que Él nos diga en cada momento.