Instituto Secular

SOMOS SEGLARES

Que vivimos insertas en medio del mundo, desde las profesiones, la familia, ambiente social …, comprometidas con él ordenándolo según Dios, a modo de luz, sal y fermento.

CONSAGRADAS

Que viven en el mundo, aspirando a la perfección, por la caridad procurando la santificación propia y la del mismo mundo, sobre todo desde dentro de él.

Lo expresamos en la vivencia radical de nuestro bautismo, desde la misma vida de Cristo, y asumiendo los Consejos Evangélicos de castidad, pobreza y obediencia.

ASPIRAMOS
  • Vivir, desde el Amor y la Cruz, el seguimiento radical de Cristo que da la vida por nosotros.
  • Vivir con alegría la entrega a la extensión del Evangelio y nuestro servicio, acogedor y generoso, a los hermanos, especialmente, a los más débiles del mundo, desde la oración y la vivencia testimonial y coherente del Testigo de la Palabra.
SE EXPRESA

Compartiendo la vida en grupos de vida fraterna, con la familia o solas y, desde ahí, participar en la Pastoral de las diócesis en las que estamos insertas.

Nuestra espiritualidad

Es intensamente eucarística y mariana.

La fuente la encontramos en la Eucaristía y en las Bienaventuranzas. Hacemos de ellas nuestro ideal y nuestra oración.

El Espíritu Santo, alma de la Iglesia, es también de manera especial el alma de nuestro Instituto.

María bajo la advocación del Pino, Patrona de la diócesis, es el camino seguro que escogemos para ir por Jesús al Padre.

Nos esforzamos por imitarla en todas sus virtudes.

Queremos que su cántico de alabanza al Padre, desde su humildad, sea también nuestro cántico continuo.

Se apoya también…

  • La vivencia de la Palabra de Dios hecha oración.
  • En el espíritu de conversión.
  • En la Liturgia.
  • En la acogida a los más débiles.
  • En el amor y la obediencia a la Iglesia.
  • En la especial atención a los sacerdotes y a las vocaciones, orando por ello.
  • En la valoración y aceptación de nuestra situación concreta.
  • En la valoración de la formación, para el desarrollo efectivo de nuestro apostolado.
  • En enseñar siempre lo que antes hemos vivido.
  • En la oración reparadora.