Un año más llega la celebración de la fiesta de la Inmaculada. Una fiesta que para nosotras las Catequistas es un acontecimiento importante.
Es un cumpleaños y eso siempre tiene que ser una acción de gracias por nuestra historia y por todo lo vivido. Una acción de gracias a la fundadora, Carmen González Roca, que abrió su corazón a la acción del Espíritu y se dejó llevar por Él.
Hoy 72 años después también nosotras queremos seguir teniendo nuestro corazón abierto a ese mismo Espíritu, que a ella la acrisoló y la impulsó a la misión, que no era otra que “dar a conocer a Cristo”. En medio de este tiempo de Adviento, esa sigue siendo nuestra tarea, dar a conocer a Cristo, un Salvador encarnado en nuestra historia, en la historia y en la vida de cada una.
Acojámoslo como María lo acogió, con un SI generoso y sin retorno, sabiéndonos elegidas del Señor para cantar las maravillas que Él realiza en los pobres y sencillos de corazón y ofrezcámoslo a todos para que le acojan, le amen y le sigan.
Ven Señor Jesús! y sé germen de la vida nueva en Dios.